jueves, 1 de noviembre de 2012

Cap. 7: Hasta que tú me quieras...

Cap. 7: Hasta que tú me quieras...

 

Abrí el armario, no había nada que me gustase, saqué ropa, me probé todo tipo de conjuntos, hasta que llegó el indicado. Lo dejé preparado en la cama y metí toda la demás ropa dentro del armario.
Después me llegó un mensaje, era de él y ponía:
            ``Hola princesita mia con supras, espero que esta tarde no me dejes solito en el parque, espero que vayas y te guste todo lo que te tengo preparado, no faltes. Muchos besos con swag. Atte: tu malote ´´.
No tenía que preocuparse, porque allí estaría yo, no fataría por nada.
 Continué mirando la ropa que me pondría. Después de un largo tiempo mirando la ropa que tenía y probándome todos los conjuntos posibles que había dentro de mi armario, encontré uno que era  ni muy arreglado ni muy informal.
Me metí en la ducha para relajarme y no estar tan tensa y nerviosa. Solté la ropa sobre la cama para que asi por la tarde no tuviese que estar buscándola y perder el tiempo.
Cogí ropa de deporte y entré en el baño para ducharme, regulé el agua y después, cuando no quemaba demasiado ni tampoco estaba helada, entré a la bañera para ducharme, que por cierto es algo que me relaja mucho, y encima tenía puesta música en el móvil y me puse a cantar mientras, sin duda me considero una buena cantante de ducha. Cuando terminé mi concierto, quiero decir, mi ducha, me puse el chándal que había escogido, que era gris, blanco y rosa, salí a mi habitación y después baje abajo ya que tenía que ir a comer. Me dirigí al comedor que estaba cerca de la cocina. Mis padres ese día si estaban, pero se iban ya porque tenían que ir a reunirse con un empresario.  Me serví un poco de la comida y me la comí muy rápido ya que estaba hambrienta. Cuando terminé de comer me cogí una manzana para postre y fui a ver la tele un rato y a hablar con mis amigas por teléfono. Cuando me di cuenta ya eran las 7 y media y  la cita era a las 8 y media, asi que decidí ir ami cuarto a empezar a prepararme para salir. Subí ami habitación y puse la música a todo volume, estaba escuchando Fine by me de Jordan Jansen, él es un chico que hace covers y la verdad es que me considero su fan.
Mientras hacía un bailoteo sin sentido y cantaba la canción me estaba cambiando la ropa.Cuando ya estaba vestida, preparé mi bonita chaqueta roja en el perchero de la entrada, y subí de nuevo, me metí en el baño y me comencé a peinarme, me iba a dejar los pelos de forma natural, no quería hacerme la plancha ni nada. Tardé un buen rato en peinarme, y cuando estuve ya lista me puse un poco de rímel y delineador en los ojos y me eché un poco de gloss en los labios. Estaba bastante bien, me iba a poner unos tacones nuevos que me había regalado por mi cumpleaños una de mis mejores amigas de España, se llama Carolina y a ella le encanta bailar tanto como a Giselle le gusta cantar.Se me había olvidado mencionar que dentro de una semana mi pequeña Carol viene a Atlanta, ya que ha conseguido una beca para  una de las mejores escuelas de baile de EEUU, asi que la vería en una semanita, la echo mucho de menos, ya que cuando estaba con ella en España era a la única a la que podía contarle todo.
Se me pasó el tiempo rapidísimo, asi que me di los últimos retoques y quedé asi:
-Pelo:

-Ropa:

-Tacones:

Salí de camino al parque y llegué a las 8:32, dos minutos tarde, y me di cuenta de que tenía un mensaje, lo leí y ponía:
           ``Querida princesita de las supras, si te fijas bien hay un camino de flechas, si quieres encontrarme síguelas y allí estaré esperandote. Atte: tu pequeño malote.´´
Busqué con la mirada y en un árbol había un cartel blanco con una flecha de color morada en la que ponía, ``vas por buen camino, recoge las flechas y búscame, te quiero.´´
Pasé como unas 6 flechas y cuando estaba leyendo la nota que venía con la última flecha me taparon los ojos y me dieron la vuelta.
-¿Confías en mi? -me dijo
-Claro que sí, confío en ti, sino confiase no estaría aquí -dije yo sonriendo.
Sonreir era algo que ya no podía evitar.No recibía respuesta a eso, pero si notaba que nuestras respiraciones cada vez estaban más entremezcladas, hasta que nuestros labios encajaron a la perfección como si fuesen las piezas de un puzle. Era un beso dulce y lento, y cuando terminó me destapó los ojos, y era él, el chico que me enamoró con su forma de meter la pata con las chicas, era Bieber, mi pequeño pero gran malote, lo abracé y el me abrazó ami, sí, en definitiva este chico me tiene enamorada.
-Gracias pequeña - me dijo Juss mientras me cogía de la mano y me llevaba hacia algún lado.
- Gracias ati por todo, y bien, ¿Dónde vamos? -pregunté yo intrigada por lo que haríamos esa noche.
-Es una pequeña sorpresa que te tengo guardada.- dijo el mientras me miraba con una sonrisa dulce y perfecta. Estaba guapísimo, iba asi:

Conforme íbamos andando, se escuchaba música, y cuando me quise dar cuenta estabamos en una pequeña feria que habían puesto. Me encantan las ferias.
-Ei Bieber, has acertado, adoro las ferias - dije yo mirando hacia todos lados con asombro mientras seguía cogida de la mano de Justin.
-Te conozco demasiado enana -dijo él en tono gracioso.
Nos lo pasamos genial en la feria, me gano un peluche gigante de una serpiente rosa y me dijo que se llamaría Jerry y que yo ya sabría por qué era alguna noche. También comimos algodón de azucar y varias veces me dio algunos, o mejor dicho muchos besos, que bien besa el jodido.
Ya eran las 12 y tenía que volver ami casa, así que Justin me llevó en su coche, y cuando ya habíamos llegado, él se bajó antes que yo y me abrió la puerta, era todo un caballero, y muy sexy también.
-Ya hemos llegado ____(tn), pero antes de que te vayas quiero decirte una cosa, verás, tú me gustas demasiado, eres muy especial para mi, y por eso me gustaría que fueses oficialmente mia. Princesa, ¿Quieres ser mi novia? -dijo él de manera rápida y nerviosa.
-No me gustaría, me encantaría Justin- dije y estando ya más aliviado me besó y me dio a `` Jerry ´´ el peluche de la serpiente , también me dió un pequeño sobrecito y me dijo que cuando estuviese triste recordase que no estoy sola y que él siempre estará alli para lo que necesite. Después nos despedimos y me fui a mi casa.
Entré en mi casa y subí corriendo ami habitación y cerré la puerta, estaba feliz, muy feliz. Me desmaquillé y me puse el pijama. Me tiré en la cama de un salto y miré al techo de mi habitación mientras la sonrisa no desaparecía de mi rostro.
Abrí el sobre que Biebs me había dado y descubrí que en el interior había...
                     *CONTINUARÁ*

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